El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, invitó a Naciones Unidas a ayudar a las negociaciones para intercambiar a las jóvenes secuestradas de Chibok por líderes detenidos del grupo extremista islámico Boko Haram.
Su gobierno ha recibido críticas de los padres de las estudiantes secuestradas, líderes comunitarios y activistas de derechos humanos por no haber liberado a las chicas. El secuestro masivo de 276 niñas en abril de 2014 provocó indignación en todo el mundo y llevó la condena internacional sobre el grupo extremista, fundado en Nigeria. Docenas de las jóvenes escaparon, pero 217 siguen desaparecidas.
La oferta de Buhari es una «demostración de compromiso» presentada el miércoles al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en un aparte de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, indicó el asesor presidencial Femi Adesina en un comunicado.
Buhari dijo a Ban que gobierno está dispuesto a «hacer malabarismos» para conseguir la libertad de las menores, pero que encontrar líderes creíbles de Boko Haram para las negociaciones ha sido especialmente difícil debido a las luchas internas por el liderazgo del grupo extremista.
La facción del veterano líder de Boko Haram Abubakar Shekau difundió en agosto un video donde aparecían unas 50 de las jóvenes de Chibok y se ofrecía un intercambio de prisioneros. Un combatiente no identificado sugería en el video que el gobierno tratara con un periodista en el que confiaban los milicianos. Eso se interpretó como una aparente referencia al periodista nigeriano afincado en Dubai Ahmad Salkida, que a continuación fue detenido por agentes de inteligencia nigerianos y luego liberado. Se le acusó de conocer el paradero de las niñas, algo que él negó.
El ministro de Información, Lai Mohammed, dijo la semana pasada que el gobierno había estado cerca de obtener la liberación de las jóvenes en tres ocasiones pero las negociaciones se habían derrumbadas.
La mayoría de las jóvenes secuestradas por Boko Haram han sido obligadas a casarse con combatientes y están embarazadas o tienen bebés, según algunas de las miles de mujeres liberadas en el último año conforme el ejército recuperaba territorio de manos de los milicianos.