El Parlamento polaco abrió el debate sobre la modificación de la ley del aborto después de que una iniciativa popular recogiera cientos de miles de firmas para pedir su prohibición, a pesar de que la mayoría de ciudadanos dicen estar satisfechos con la actual legislación, según una encuesta.
Se espera que el Parlamento polaco vote mañana, viernes, sobre la propuesta de prohibir el aborto.
La legislación polaca, aprobada en 1993 y considerada una de las más restrictivas de Europa, sólo permite la interrupción del embarazo en caso de violación o incesto, cuando representa un riesgo para la salud de la madre y cuando el feto presenta deformaciones graves.
La plataforma ciudadana «Stop Aborcja» («Detener el aborto«, en español), responsable de la iniciativa que se debatió en el Parlamento, pretende que el aborto solo se permita en los supuestos en que la vida de la madre corra un peligro grave.
«Stop Aborcja» también pide penas de prisión para las madres que aborten fuera del único caso permitido, a la vez que propone aumentar de dos a cinco años la prisión para los médicos que practiquen la interrupción del embarazo fuera de este supuesto.
En su intervención ante los parlamentarios, la feminista y representante de la plataforma «Salven a las mujeres», Barbara Nowacka, dijo que «es intolerable que la mujer pueda ir a la cárcel por abortar» y pidió que Polonia «no se convierta en un país donde la vida de la mujer está regida por la opinión de los extremistas y fanáticos».
Una de las representantes de «Detener el aborto«, Joanna Banasiuk, explicó a Efe que la actual ley polaca sobre el aborto necesita renovarse, ya que se hizo en un contexto (el final del comunismo) en el que existían otras sensibilidades.
Para Banasiuk, el aborto supone la masacre de niños, la condena al infierno de la mujer y un problema moral para los hombres.
Los anti-abortistas recogieron cerca de medio millón de firmas de apoyo a su propuesta legislativa, mucho más que las 100.000 que se requiere para elevar la iniciativa al Parlamento.
La plataforma cuenta con el apoyo de la Iglesia Católica de Polonia, a pesar de que varios obispos se han desmarcado de la posibilidad de que las mujeres vayan a la cárcel por abortar.
Esta iniciativa legislativa podría prosperar y convertirse en ley, ya que el Parlamento polaco está dominado por el partido nacionalista-conservador Ley y Justicia (PiS).
Ley y Justicia obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones de 2015, y gran parte de sus dirigentes se han declarado en numerosas ocasiones anti-abortistas, incluyendo la primera ministra del país, Beata Szydlo.
No obstante tanto PiS como el Gobierno polaco son conscientes de que la mayoría de la población polaca se siente cómoda con la actual legislación sobre el aborto, tal y como han reflejado las últimas encuestas.
Mientras, varios centenares de pro-abortistas se manifiestan frente al Parlamento para exigir más libertad para las mujeres que decidan interrumpir su embarazo.