Siria calificó el bombardeo a su Ejército como una prueba irrefutable del apoyo de EE.UU. a la organización terrorista. EE.UU. reconoció el ataque.
Las Fuerzas Armadas de Siria consideran una «agresión abierta y notoria» el bombardeo de sus posiciones por parte de la aviación de EE.UU. en las afueras de la ciudad de Deir Ezzor, a 432 kilómetros al noreste de Damasco.
Un comunicado del alto mando militar difundido por la agencia SANA condena el ataque y asegura que terroristas del autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) «han aprovechado los ataques de la aviación estadounidense para tomar una línea de defensa en la montaña Yebel-Sarda».
Como consecuencia del bombardeo estadounidense los terroristas ganaron posiciones cerca del aeródromo militar que sirve de base principal de las fuerzas gubernamentales en las afueras de Deir Ezzor, explican los militares.
Según la información difundida por el Ministerio de Defensa ruso, los aviones de la coalición encabezada por EE.UU. efectuaron cuatro bombardeos contra el Ejército sirio. Los ataques dejaron al menos 62 militares muertos y más de 100 heridos cerca del aeropuerto de la ciudad de Deir Ezzor, en el este del país.
Siria sostiene que «esta cobarde agresión de Estados Unidos es una evidencia de que apoyan al EI y otros grupos terroristas armados», por lo que exigen que el Consejo de Seguridad condene esta agresión.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, exigió a Estados Unidos una explicación «de si es una política deliberada para apoyar al Estado Islámico o un nuevo error».
El representante permanente de Rusia en la ONU convocó una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad sobre este tema. «Exigimos de Washington una explicación completa y detallada, que debe ser presentada en el Consejo de Seguridad».