El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a acusar este sábado a su contrincante, Hillary Clinton, de laxismo en materia de política inmigratoria, en un acto en Texas.
Como presidenta, Clinton terminaría con los controles fronterizos y pondría al país «en grave peligro», aseguró el republicano en un mitin en los alrededores de la ciudad de Houston.
Entre los asistentes había gente que aseguraba que familiares o amigos suyos habían sido asesinados por inmigrantes indocumentados. Muchos de ellos llevaban camisetas con el lema «A stolen life» (‘Una vida robada’).
Esta cuestión está en el centro de la campaña de Trump desde que afirmó, el verano boreal pasado, que muchos inmigrantes mexicanos son traficantes de drogas y violadores.
Con un tono muy moderado para su estilo, el magnate inmobiliario aseguro que si Clinton llegaba a la presidencia «aprobaría una amnistía (a los inmigrantes irregulares) por decreto presidencial, violando nuestra constitución y poniendo a todo el país en grave peligro».
Clinton reclama suavizar la aplicación de las leyes de inmigración y dice que solo deportaría a los criminales violentos y a los terroristas, en claro contraste con la promesa de Trump de construir un muro en la frontera con México y deportar a grandes cantidades de personas indocumentadas.
Aunque muchos estudios rebaten la afirmación de Trump de que los inmigrantes son responsables en gran medida de crímenes graves, el candidato insistió este sábado en que todos los días hay estadounidenses que son asesinados por personas indocumentadas.
«Cada día que nuestra frontera sigue abierta, estadounidenses inocentes son acosados y asesinados innecesariamente», aseguró, añadiendo: «Cada día que no logramos aplicar nuestras leyes (…) un padre se arriesga a perder a su amado hijo».