Luxemburgo rechaza las políticas que ha adoptado Hungría para frenar el paso de los refugiados del conflicto bélico, por esta razón pide sea expulsada de la Unión Europea (UE).
El ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, ha pedido que Hungría sea suspendida o incluso expulsada de la Unión Europea (UE) por la «violación masiva» de los valores democráticos europeos.
«La gente como Viktor Orban (primer ministro húngaro) ha promovido la imagen de que la Unión defiende sus valores en el exterior, pero es incapaz de mantenerlos en el interior del bloque, dijo Asselborn en una entrevista publicada el martes por el diario alemán Die Welt.
Asimismo, indicó que es intolerable que se vulneren los valores fundamentales de la UE, y consideró que «quien levanta alambradas contra refugiados de guerra, quien vulnera la libertad de prensa y la independencia de la Justicia debe ser expulsado de la UE de forma temporal o incluso para siempre.»
La posibilidad de excluir a un país miembro de la UE está prevista en los tratados europeos, pero requiere la unanimidad de los Estados miembros, lo que hace muy difícil su aplicación.
Asselborn crítico que «Hungría no está muy lejos de dar la orden de disparar contra los refugiados.»
Ante esta declaración, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, emitió un comunicado en el que expresa su malestar por las declaraciones de su homólogo luxemburgués, a quien calificó de «frustrado, aleccionador y presuntuoso».
Estas situación se da en un contexto en el que el próximo viernes los jefes de Estado y de Gobierno debatan en Bratislava el futuro de la UE tras el Brexit.
Szijjártó aseguró que su país «trabaja sin cansancio en erradicar la seguridad de Europa».
«Es bastante curioso que Jean Asselborn y el también luxemburgués Jean-Claude Juncker (presidente de al Comisión Europea), que llegan de la patria de los ‘beneficios fiscales’, hablen de igualdad de obligaciones», sentenció Szijjártó.
Según el ministro húngaro, su país defiende a Europa y reiteró que los ciudadanos húngaros son los únicos que pueden decidir con quién quieren vivir, un derecho que «ni lo burócratas de Bruselas ni el ministro de Exteriores de Luxemburgo puede quitarles».
Orbán sostuvo ayer en el Parlamento que el plan de la UE para reubicar a refugiados -a los que vinculó con el terrorismo- «lleva a una catástrofe de la civilización europea».