El clamor por «verdad y justicia» se sintió una vez más este domingo en las calles de Santiago en la conmemoración de los 43 años del golpe militar que derrocó a Salvador Allende, apagó la democracia chilena e instauró la cruenta dictadura de Augusto Pinochet.
El Palacio de La Moneda, la sede de gobierno que soportó los bombardeos el 11 de septiembre de 1973, fue el centro del primer acto oficial de la jornada con un homenaje a Allende encabezado por la presidenta socialista Michelle Bachelet.
En La Moneda aún resuenan «los ecos del más doloroso hito de nuestra historia reciente», que culminó con el retorno a la democracia en 1990, señaló Bachelet en un breve y sentido discurso.
«Hoy Chile conmemora lo ocurrido 43 años atrás, aquello que nunca más volverá a ocurrir, porque tenemos una certeza irrenunciable (de que) mientras la luz de la memoria siga viva, nadie estará vencido y nadie estará olvidado», afirmó la mandataria.
Bachelet destacó los avances en políticas de derechos humanos, aseguró que se ampliarán los espacios destinados a mantener la memoria de lo ocurrido durante la dictadura y anunció que la Subsecretaria de Derechos Humanos, creada en diciembre pasado, se pondrá en marcha a fines de 2016, para estar operativa en 2017.
En su segundo mandato, Bachelet ha impulsado una serie de reformas sociales en las que sobresale el inicio de una reforma del sistema educativo que busca instaurar la gratuidad universal.
Asimismo, se inició un largo proceso que busca culminar con la reforma de la Constitución, que al igual que el sistema educativo, el sistema privado de pensiones y varias otras normas son herencia del gobierno de Pinochet.