Miles de mexicanos marcharon el sábado en contra de una iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto que contempla reconocer legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo en un país tradicionalmente conservador.
Personas de todas las edades y vestidos de color blanco salieron desde la mañana a las principales calles de varias zonas del país en rechazo a la iniciativa, que actualmente debaten los legisladores mexicanos.
En estados del centro y sur del país, como Querétaro y Puebla, se estima que unas 52.000 personas participaron de las protestas, entre ellos representantes de organizaciones de la sociedad civil e integrantes de distintos credos religiosos.
«Al menos aquí en Querétaro creo que fue algo inédito, el despertar de la sociedad queretana en defensa de la familia, de los matrimonios naturales entre un hombre y una mujer», dijo a Reuters José Alcántara, integrante del Frente Nacional por la Familia, un organismo social que organizó la marcha.
En el caso de Puebla, uno de los estados más católicos del país, se concentraron cerca de 12.000 personas, dijo Ary Campos, vocero de protección civil de la ciudad.
Por su parte, Fernando Martínez, un funcionario del municipio de Querétaro, dijo que la cantidad de personas que acudió a la marcha fue el equivalente a llenar un estadio de fútbol.
En mayo, el presidente Peña Nieto firmó una sorpresiva propuesta que incluyó reformas a la ley para impulsar el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo cual ha generado diversas reacciones de rechazo, especialmente de líderes religiosos.
El último censo de población realizado en México, el 2010, mostró que las personas declaradas católicas disminuyó a un 83.9 por ciento desde el 88 por ciento del 2000, muy lejos del 96 por ciento de 1970. Proyecciones indican que el porcentaje podría desplomarse hasta llegar a un 67 por ciento en menos de tres décadas.