El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, anunció hoy que propondrá cambios en las leyes del país para ampliar la capacidad de sus militares en la lucha contra los combatientes del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
Según Turnbull, la iniciativa persigue eliminar las diferencias entre las leyes internacionales y australianas para reducir el riesgo de que el personal de las fuerzas aéreas que participa en bombardeos contra objetivos yihadistas en Oriente Próximo puedan ser procesados.
Añadió que, además, los cambios permitirían que los militares en la línea de combate «tengan los poderes que necesitan», en un discurso sobre Seguridad Nacional ante el Parlamento.
«Podrán combatir a Daesh (acrónimo en árabe del EI) en su núcleo, uniéndose a nuestros socios de la coalición para apuntar y matar con un mayor rango a los combatientes de Daesh, lo que es consistente con las leyes internacionales», remarcó el primer ministro.
Hasta ahora, las operaciones militares de Australia en Oriente Medio que comenzaron hace unos dos años se han centrado en atacar a combatientes enemigos en blancos visibles, que incluye a aquellos que conducen vehículos todoterreno con banderas.
Pero los comandantes militares consideran que el marco legal les impide atacar a combatientes implicados en actividades logísticas y de apoyo y actuar con la misma libertad que sus socios de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos.
La modificación legal se centraría en los aspectos que hacen que las fuerzas armadas australianas teman ser procesados en los tribunales del país oceánico por «causar la muerte de una persona que no cause hostilidades», explicó la cadena local ABC.
Unos 400 militares australianos participan en los bombardeos aéreos contra el Estado Islámico en Irak y Siria, mientras que un número similar participa en los entrenamientos y capacitación de las fuerzas iraquíes en tierra.