Un grupo de 28 madres que se encuentran arrestadas en el centro de detención de Berks, Pennsylvania, están a un paso de ser deportadas después de que un juez de apelaciones les negara el asilo en EEUU.
A pesar de que el juez del Tercer Circuito de Apelaciones dijo que, aunque simpatizaba y entendía la difícil situación por la cual atraviesan las mujeres, no podía contradecir la decisión judicial previa que les negaba asilo.
Fue una desilusión. Yo crucé sola la frontera con mi hijo, me secuestraron en México y ahora me siento secuestrada en este centro sin poder defenderme, dijo Rebecca, una joven madre hondureña que hace parte de este grupo de 28 mujeres.
Esta mujer se encuentra detenida en ese centro desde que fue arrestada cruzando la frontera en octubre del año pasado. Mi bebé ha pasado más tiempo preso que en libertad, dijo en entrevista con Noticias Telemundo.
Rebecca, junto a las otras madres que se encuentran en ese centro de inmigración realizaron protestas y huelgas de hambre para que sus casos fueran revisados, pero nada ha surtido efecto.
Yo me vine por las amenazas en Honduras y llegando a Texas nunca tuve la orientación de un abogado, ni de un traductor bueno afirmo.
Según algunos abogados de inmigración, el sistema traiciona a estas mujeres desde el momento que son capturadas en la frontera porque nunca reciben la ayuda legal necesaria para demostrar que sus casos de asilo son legítimos.