La cifra de muertos en el terremoto que arrasó partes del centro de Italia subió a 267 el viernes, mientras los equipos de rescate removían más cuerpos de entre los escombros y las familias se preparaban para realizar los primeros funerales.
El Departamento de Protección Civil en Roma informó que cerca de 400 personas están siendo tratadas por lesiones en los hospitales y reportes en los medios locales dijeron que unas 40 de ellas están en estado crítico.
La tierra seguía temblando, y los sobrevivientes debieron dormir por segunda noche en tiendas de campaña provistas por los servicios de emergencia.
«Fue una noche difícil porque hay un cambio significativo en la temperatura aquí. Durante el día, hace mucho calor y por la noche hace mucho frío», dijo Anna Maria Ciuccarelli de Arquata del Tronto.
«Se puede sentir la humedad en los huesos a pesar de las mantas que el Departamento de Protección Civil nos ha dado. Todavía hay réplicas precedidas por estruendos y, para aquellos de nosotros que sólo han pasado por un terremoto, tiene un gran efecto, sobre todo psicológico», agregó.
Unas 928 réplicas se han registrado en el área en torno a Amatrice y las ciudades cercanas de Pescara del Tronto, Arquata del Tronto y Accumoli tras el sismo inicial del miércoles de magnitud 6,2.
Las familias se preparaban para enterrar a sus muertos y los primeros funerales fueron fijados para el viernes en la mañana, entre ellos el de dos niños y sus abuelos que murieron en Pescara del Tronto.
La búsqueda de sobrevivientes continuó durante la noche en Amatrice, donde rescatistas con perros rastreadores trataron de ubicar a los que siguen atrapados bajo los escombros.
El primer ministro, Matteo Renzi, prometió reconstruir las casas destruidas y dijo que reanudará los esfuerzos por aumentar las defensas italianas contra terremotos que sacuden regularmente al país.
«Queremos que esas comunidades tengan la posibilidad de un futuro y no sólo recuerdos», dijo a la prensa en Roma.