Una comunidad indígena de Paraguay presentó el martes una denuncia por genocidio cometido durante la dictadura de Alfredo Stroessner ante un juzgado de Argentina, en virtud al principio de jurisdicción universal.
La demanda, que cuenta con el respaldo del ex juez español Baltasar Garzón, es impulsada por representantes de la comunidad Aché y fue radicada en el juzgado federal a cargo del juez Norberto Oyarbide, quien tiene a su cargo desde 2013 una investigación por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura paraguaya (1954-1989).
«Nosotros todavía sentimos un enorme dolor en nuestros corazones y mentes. Por eso hoy pedimos que el estado paraguayo pueda responder por tanto daño, no solamente por nuestra comunidad sino por todos los pueblos del Paraguay que fueron víctimas de la dictadura», dijo Ceferino Kreigi Duarte, representante de los Aché, en rueda de prensa.
«Por eso le pedimos a la justicia argentina que nos ayude», apuntó Kreigi Duarte, quien estuvo secundado por Garzón, actualmente radicado en Buenos Aires como presidente del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos bajo auspicio de la UNESCO.
La denuncia plantea que a principios de la década de 1970 la población de los Aché, localizada en el este de Paraguay, disminuyó más del 60% en un plazo de menos de cinco años, a causa de la ocupación de sus tierras ancestrales, la sedentarización forzada y la falta de atención médica, además que sus niños fueron vendidos como mano de obra esclava para el trabajo doméstico.
«Fueron prácticamente desaparecidos y eliminados. Más de 200.000 bebés Aché fueron entregados para trabajo doméstico o vendidos en adopciones ilegales. Todos los sectores de la sociedad fueron víctimas de genocidio», declaró Garzón.
Según los querellantes, a más de 25 años de la caída de la dictadura de Stroessner la justicia paraguaya ha hecho muy poco por perseguir los crímenes de lesa humanidad cometidos durante ese periodo. El juzgado de Oyarbide remitió un exhorto a Paraguay solicitando un informe sobre la situación de los procesos que hasta la fecha no tuvo respuesta.
Stroessner murió en 2006 exiliado en Brasil.
BUENOS AIRES (AP)