El papa Francisco almorzó este jueves con un grupo de 21 refugiados sirios que viven en Roma y que se alojan en la sede de la asociación católica Comunidad de San Egidio, indicó el portavoz del Vaticano, Greg Burke.
Se trata de familias que pudieron trasladarse a Italia después de la visita en abril pasado del papa a la isla griega de Lesbos, emblema del drama de los refugiados que huyen del Oriente Medio a Europa.
El almuerzo fue organizado en la Casa Santa Marta, la residencia para prelados dentro del Vaticano y donde se aloja el papa desde que fue elegido Sumo Pontífice.
Una de las familias viajó a bordo del avión papal desde Lesbos, y otra llegó de Grecia a Italia a mediados de junio.
«Tanto los adultos como los niños tuvieron la oportunidad de hablar con Francisco y contarle el inicio de su nueva vida en Italia», contó Burke en una nota escrita.
Los niños regalaron al papa un cuaderno con sus dibujos y Francisco les dio juguetes y otros obsequios.
En el almuerzo participaron el sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Becciu Angelu, Andrea Riccardi, fundador de la comunidad de San Egidio, así como el comandante de la Gendarmería del Vaticano y los dos gendarmes que colaboraron en el traslado de las familias de Lesbos a Italia.
Los sirios llegaron a Lesbos por mar desde Turquía y se encontraban en campamentos en Grecia.
El papa Francisco ha abogado repetidamente a favor de la acogida en Europa de los refugiados que huyen de las guerras y la miseria, inclusive aunque una buena parte de los católicos europeos se muestra reticente a seguirlo.