Los vendedores ambulantes son los que suplen las necesidades de los feligreses que despiden este 10 de agosto a Santo Domingo de Guzmán. Desde agua helada, refrescos, comidas, raspados, hasta juguetes inflables se pueden comprar durante el trayecto de regreso a Las Sierritas.
Los vendedores de pólvora llegaron de otros municipios del país y por ejemplo en el caso de Masaya por cada fábrica de fuegos pirotécnicos iban vestidos con camisetas de distintos colores.
De la fábrica El Triunfo de Masaya llegaron 23 vendedores quienes llevaban entre todos unas 20 gruesas. Por cada gruesa son 12 docenas de pólvora.
Para Luis Paul, esta es la segunda vez que vende agua y jugos en Santo Domingo. La primera vez fue el pasado 1 de agosto y en esa ocasión le fue muy bien y ahora confía que tendrá la misma suerte.
Dos jóvenes jalaban un carretón en medio de la gente que bailaba o caminaba en la procesión del patrono de Managua. Ellos forman parte de otros cuatro carretoneros quienes venden el platillo típico de Granada, el famoso vigorón y chanco con yuca.
Todos pertenecen a la misma familia y se dedican a lo mismo.
A C$30, C$40 C$50 y a 80 córdobas el mixto venden su producto. Aún faltaba mucho para que Santo Domingo llegara a su casa, pero ellos ya habían vendido la mitad de su mercancía en la que invirtieron 18 mil córdobas para sacar una ganancia de unos 20 mil.
Los vendedores de comidas, bebidas, cohetes y demás productos han tenido muy buenas ventas, no sólo este 10 de agosto sino a lo largo de los diez días que Santo Domingo bajó de Las Sierritas para visitar a los Managuas.