Un hospital especializado en pediatría que es apoyado por el grupo Médicos Sin Fronteras en una provincia del norte de Siria que está en poder de rebeldes fue destruido en una serie de bombardeos realizados durante el fin de semana.
En los ataques murieron 13 personas, incluidos cuatro miembros del personal y cinco niños, dijo el lunes la organización médica caritativa internacional.
MSF señaló que dos de cuatro bombardeos dieron directamente en el hospital de Millis, en la provincia de Idlib, sacándolo de servicio. Otros seis miembros del personal del nosocomio resultaron heridos en los ataques realizados el sábado a plena luz del día. Los bombardeos al hospital que sirve como un centro de referencia especializado en pediatría también destruyeron el quirófano, la unidad de cuidado intensivo, el departamento pediátrico, ambulancias y un generador, dijo el grupo caritativo. No estaba claro qué gobierno realizó los ataques aéreos, y el comunicado de MSF no lo especificó.
El capitán de la Marina de Guerra estadounidense Jeff Davis, un vocero del Pentágono, dijo que Estados Unidos no ha realizado ningún ataque aéreo cerca de Idlib.
MSF señaló que el ataque al hospital deja sin servicio médico esencial a 70.000 residentes en Millis y áreas circunvecinas. El hospital, apoyado por MSF desde 2014, recibía al día alrededor de 250 pacientes, muchos de ellos mujeres y niños.
«El bombardeo directo a otro hospital en Siria es una atrocidad», dijo Silvia Dallatomasina, administradora de operaciones médicas de MSF en el noroeste de Siria. Hizo un llamado al cese inmediato de ataques a hospitales, señalando que cuatro de cinco miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas están participando en la guerra en Siria.
Los hospitales, mayormente en áreas controladas por rebeldes, son blanco constante de ataques. Tan solo en julio, la ONU tomó nota de 44 ataques a instalaciones de atención médica en Siria. El gobierno sirio y Rusia, un importante aliado que ha estado realizando ataques aéreos en Siria desde septiembre, niegan que tengan como objetivo hospitales.