El célebre cirujano plástico brasileño Ivo Pitanguy, pionero de las intervenciones estéticas y de reconstrucción, murió a los 90 años víctima de un paro cardíaco.
Según la Asesoría de Prensa del famoso médico, Pitanguy sufrió un ataque al corazón al final de la tarde del sábado en su residencia en Río de Janeiro y su cuerpo será velado este domingo en el Memorial do Carmo.
Pitanguy, en una silla de ruedas, llevó la antorcha durante su paso por el barrio Botafogo, donde el médico tenía una de sus clínicas.
Además de su trabajo estético con pacientes famosos de Brasil y del exterior, Pitanguy se distinguió también por la labor social con personas anónimas a través del impulso de programas de cirugía reparadora en la red de salud pública brasileña, principalmente víctimas de quemaduras.
De igual manera, dedicó parte de su trabajo a la enseñanza de cirugía plástica con jóvenes médicos, muchos de ellos provenientes de otros países.
También fue un reconocido escritor, con casi 900 libros no sólo de medicina sino también de literatura, una carrera alternativa que lo llevó en 1990 a ocupar uno de los asientos de la Academia Brasileña de Letras. En total, firmó más de 1.800 publicaciones, entre libros, capítulos, prefacios, conferencias y artículos científicos.
En septiembre del año pasado, durante un viaje a París, el médico fue diagnosticado con insuficiencia renal y desde esa época pasaba por un tratamiento de hemodiálisis. El pasado mes de junio, Pitanguy fue hospitalizado debido a una infección.
Nacido en Belo Horizonte e hijo de un médico, en su formación recibida en Europa Pitanguy fue alumno del francés Marc Iselin, considerado el padre de la cirugía de mano por su trabajo con víctimas de la Segunda Guerra Mundial, una especialidad de la que el brasileño fue pionero en Suramérica.
En 1989, el papa Juan Pablo II le concedió el Premio Cultura de la Paz y también recibió distinciones de diferentes organismos como el Premio de Divulgación Internacional de Investigación Médica de las Naciones Unidas.