Es probable que el grupo EI continúe siendo una amenaza para Estados Unidos incluso después de que se le expulse de sus bastiones clave en Irak y Siria, indicó el jueves el presidente, Barack Obama, advirtiendo de que los seguidores de la milicia radical que actúan en solitario seguirán viéndose inspirados para lanzar ataques que son más difíciles de prevenir y detectar.
En declaraciones a la prensa tras reunirse con sus principales asesores de seguridad nacional en el Pentágono, Obama dijo que Estados Unidos tiene que hacer un trabajo mejor para desarticular las redes terroristas e interceptar mensajes en internet que pueden llegar a personas con problemas e inspirarlas para que actúen.
«Lo que ISIL ha descubierto es que si pueden convencer a un puñado de personas, o incluso a una persona, para que realicen un ataque contra un metro, o en un desfile o en algún otro espacio público, y matar a docenas de personas en lugar de a miles de personas, sigue creando la clase de miedo y preocupación que les da celebridad», dijo Obama, empleando otro acrónimo para el grupo extremista.
El presidente dijo que es probable que el terrorismo no se vea eliminado en su gobierno ni en los de sus predecesores, y que siempre presiona a su equipo para que busque nuevas ideas que hagan frente al problema.
«No me he acostumbrado a ello. Me molesta siempre que ocurre», dijo, añadiendo que «creo que debido a nuestros esfuerzos extraordinarios, el país está significativamente más seguro de lo que estaría en otra situación».
El grupo EI ha reclamado la autoría de varios asesinatos masivos recientes, incluido el atentado del Día de la Bastilla en Niza, Francia, que el mes pasado dejó más de 80 muertos, o el tiroteo en un club nocturno de Orlando en el que murieron 49 personas. Aunque puede que no fueran organizados directamente por el grupo, los agresores de ambos sucesos se habrían visto inspirados por la milicia radical.
Obama ha reforzado la lucha del Ejército estadounidense contra el grupo en Irak y Siria, autorizando hace poco el despliegue de más tropas para ayudar a las fuerzas iraquíes a prepararse para retomar la ciudad norteña de Mosul, que lleva bajo control del grupo EI desde 2014. Y esta semana, Estados Unidos amplió su campaña contra el grupo armado con un nuevo frente de bombardeos en Libia, para ayudar al inestable gobierno a recuperar la ciudad de Sirte.
Sin embargo, el grupo aún mantiene bastiones en la región y los combates en Siria se han atascado.
Obama dijo el jueves que la campaña contra el grupo EI está haciendo progresos en Irak y Siria porque la milicia no ha recuperado el territorio perdido en los últimos meses.
Pero advirtió que expulsar al grupo de Mosul y de su sede en Raqqa, Siria, no eliminará sus redes ni su capacidad de fomentar ataques más pequeños e individuales.
«Es importante que mantengamos la vista en el objetivo y no cedamos al pánico, no sucumbamos al miedo, porque ISIL no puede derrotar a los Estados Unidos de América ni a nuestros socios de la OTAN», afirmó.
Washington y sus aliados, dijo Obama, deben «seguir luchando» contra el grupo armado y eliminar a personas clave en el campo de batalla, y «al final ganaremos».