Unas ochenta carretas peregrinas provenientes de Masaya y Granada llegaron a Nandaime para hacer su primera estancia en el peregrinar hacia el santuario de Popoyuapa en Rivas.
En medio de cánticos, el ruido de los vehículos más el cantar de gallos y gallinas que van en su último viaje sin retorno, los promesantes recorren unos 150 kilómetros ida y vuelta con el fin de pagar una promesa o dar gracias por algún favor recibido.
Según algunos de los más ancianos, tienen años de estar viajando hacia Rivas y lo seguirán haciendo hasta cuando ya no puedan.
Sin embargo, todavía faltan unas 250 carretas, el día de hoy se juntan en el rio Toco y otras en el rio Ochomogo provenientes de comunidades de Carazo como La Conquista, San José de Gracia y Los Encuentros.
Giovany Sevilla