El profesor de biología de la Universidad de Washington Adam Summers no tiene ya que convencer al personal del hospital para que le dejen usar su escáner para poder visualizar las estructuras internas de peces.
El otoño pasado, Summers instaló un pequeño aparato de tomografía computarizada (TC) en el Laboratorio Friday Harbor de la universidad en la Isla San Juan y lanzó un ambicioso proyecto para escanear y digitalizar más de 25.000 especies de peces de todo el mundo.
El objetivo es tener un lugar único de datos de TC disponibles para que estudiosos en todas partes puedan analizar la morfología de especies particulares.
Hasta el momento, él y otros han digitalizado imágenes de más de 500 especies de museos de todo el mundo. Summers planea agregar miles más y ha invitado a otros científicos a usar el escáner o añadir sus propias imágenes escaneadas a la base de datos, la cual es de acceso libre.
«Hay gente que viene de todas partes del mundo para usar esta máquina», dijo Summers, que asesoró a Pixar sobre el movimiento de los peces para sus películas animadas «Finding Nemo» y «Finding Dory» y es apodado «el fabuloso tipo de los peces» en los créditos de «Nemo».
Summer recaudó 340.000 dólares para comprar el escáner en noviembre. Al igual que los usados en hospitales, el aparato toma imágenes con rayos X desde varios ángulos y las combina para crear imágenes tridimensionales del pez.
Con cada imagen que el colocó en el Open Science Framework, un portal para compartirlas, la gente le pregunta qué sigue y el responde: «Quiero escanear a todos los peces«.
Summer desarrolló también técnicas, como el escaneo de varias especies, que ponen el objetivo a su alcance, dijo. Y, de pronto, un proyecto que pudo haber tomado 50 años quedó reducido a unos pocos.
«No era broma. Podíamos realmente tener esperanzas de escanear todos los peces«, dijo.
Los escaneos usualmente cuestan entre 500 y 2.000 dólares cada uno, pero el proyecto de Summers provee acceso gratis a las imágenes. Recuerda cuando siendo estudiante de posgrado, hace 17 años, sobornaba a un técnico de hospital con barras de chocolate Snickers para escanear mantarrayas en el aparato del hospital.
En aquel momento él quería saber cómo un animal con esqueleto cartilaginoso podía hacer «algo tan loco» como aplastar presas duras, como caracoles y mejillones. El escaneo con el aparato médico ofreció una respuesta: la mantarraya tiene tejido mineralizado en su cartílago.