Las autoridades brasileñas establecerán oficinas en los barrios pobres de la segunda ciudad más grande de Brasil para recibir quejas sobre abuso de la fuerza por parte de la policía, dijo el jueves el funcionario de seguridad de mayor rango del estado de Río de Janeiro.
José Mariano Beltrame realizó la promesa durante una reunión con residentes del complejo de favelas Mare, quien expresó temores respecto a la violencia policiaca y abuso a los derechos humanos.Beltrame admitió que la policía «en ocasiones actúa de manera agresiva», pero agregó que «esa no es la regla».
Señaló que se instalarán oficinas de ombudsmen en barrios pobres con unidades policiacas de pacificación que tienen como tarea expulsar a narcotraficantes y mejorar la seguridad.En meses recientes, pandillas han atacado puestos policiacos en otros barrios pobres bajo órdenes de líderes pandilleros encarcelados que quieren detener la propagación del programa. Con cada zona que ocupa la policía, las pandillas pierden territorio valioso para la fabricación y venta de drogas.
RIO DE JANEIRO (AP)