Para salir intacto de un aparatoso accidente el ser humano debe evolucionar hasta convertirse en ‘un monstruo’ con un cráneo enorme, sin cuello y con la cara achatada.
Parece que un monstruo ‘se ha instalado’ en una de las salas del Biblioteca Estatal de Victoria en Melbourne, Australia. Un tipo extraño con un cráneo enorme, sin cuello, con la cara achatada y unos bultos entre las costillas.
No obstante se trata de una obra artística y didáctica, una iniciativa de la Comisión de Accidentes de Transporte (TAC) de la región australiana de Victoria. ‘El monstruo’ se llama ‘Graham’ y, según sus creadores, así debiera evolucionar el ser humano para sobrevivir a un grave accidente de tráfico. Este ser imaginario fue elaborado con la participación de un médico especialista en traumas, un experto en accidentes de tránsito y una artista plástica.
«Los vehículos han evolucionado a una velocidad mucho mayor que los humanos y Graham nos ayuda a entender por qué es necesario mejorar cada aspecto de nuestro sistema vial para protegernos de nuestros propios errores», cita BBC al director de la TAC, Joe Calafiore.
Cada una de las características del físico de Graham está diseñada para recordarnos lo vulnerables que somos ante un accidente. Así, por ejemplo, su cráneo está agrandado a fin de proteger mejor al cerebro de los impactos. Graham no tiene cuello, así ‘ha evolucionado’ para disminuir los riesgos de daño a la médula espinal. Mientras que unos bultos entre las costillas le permiten proteger los órganos de la caja torácica.