En el aniversario del relanzamiento de sus relaciones, Cuba y Estados Unidos dijeron el miércoles que estaban trabajando para profundizar aún más este año la distensión, mientras el calendario marca la cuenta regresiva para el gobierno de Barack Obama.
Representantes cubanos y estadounidenses se reunirán esta semana en La Habana para firmar un acuerdo sobre narcotráfico y a fines de este mes suscribirán otro en Washington para promover las conversaciones sobre reclamos mutuos de propiedad, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
«La normalización es un proceso a largo plazo (…) pero estamos progresando lenta y constantemente», dijo el funcionario a periodistas.
Si bien queda mucho por hacer, Estados Unidos y Cuba han hecho avances históricos para establecer relaciones más estrechas en el último año, dijeron ambas partes.
Washington y La Habana reabrieron sus embajadas hace exactamente un año tras cinco décadas de distanciamiento y se han puesto de acuerdo sobre asuntos de interés común como la reanudación del correo postal y los vuelos comerciales regulares entre Estados Unidos y Cuba.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajó a la isla caribeña en marzo.
Sin embargo, el estado de ánimo en las calles de La Habana era el miércoles pesimista. La distensión ha elevado las expectativas de los cubanos, pero la realidad económica se ha deteriorado.
El presidente Raúl Castro advirtió a los cubanos a principios de este mes de que tendrían que apretarse el cinturón debido a que el país recortará el gasto de energía y el suministro de combustible por una crisis de liquidez y la disminución de las importaciones de petróleo desde Venezuela, su aliado estratégico.
«Después de la visita de Obama esperaba más, pero siguen los salarios bajos, la economía obstaculizada y quizás por muchas razones, es que los jóvenes deciden emigrar más en los últimos tiempos, a pesar de que el bloqueo se mantiene igual», dijo Ricardo Fernández, un artesano de 34 años en La Habana.
Los cubanos se quejan en gran parte de que sus problemas económicos se deben al embargo comercial de Estados Unidos. Obama ha dicho que le gustaría levantarlo, pero se ha visto limitado por un Congreso controlado por la oposición republicana.
Josefina Vidal, directora de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo al diario estatal Granma que todavía se «puede hacer mucho más por hacer irreversible el proceso de cara al futuro» antes de cumplir su mandato en enero próximo.
Las relaciones bilaterales no se normalizarán totalmente hasta que Estados Unidos haya renunciado a su aspiración de controlar Cuba, dijo Vidal, incluso si algún día se resuelve levantar el embargo y devolver la base naval estadounidense situada en la provincia de Guantánamo.
Cuba sostiene que Estados Unidos ha intentado socavar su régimen comunista y mantiene las emisoras de Radio y TV Martí, con sede en Miami, que son vistas como críticas del liderazgo en Cuba.
Estados Unidos, por su parte, ve esto como parte de su campaña para mejorar los derechos humanos, incluida la libertad de expresión en Cuba.
«Los derechos humanos seguirán siendo una de las cuestiones más difíciles que discutimos», dijo el funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.