Donald Trump, un crítico frecuente de la política exterior del presidente Barack Obama y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, elogió al difunto presidente iraquí Saddam Hussein por ser implacable.
«Saddam Hussein era un mal tipo, ¿de acuerdo? ¿Pero saben lo que hacía bien? Mataba terroristas. Lo hacía tan bien», dijo Trump en un acto de campaña el martes por la noche en Raleigh, North Carolina. «No les leían sus derechos, no hablaban. Era un terrorista y basta».
Trump ha dicho que el mundo estaría «100% mejor» si líderes como Hussein y el libio Moamar Gadafi siguieran en el poder. Antes de la invasión, Irak figuraba en la lista estadounidense de estados promotores del terrorismo. Hussein suprimió el disenso en su país y atacó a 5.000 curdos con gas venenoso.
Jake Sullivan, un asesor político de Clinton, dijo que «los elogios (de Trump) a los caudillos brutales aparentemente no conocen límites».
Semejantes declaraciones «demuestran lo peligroso que sería como comandante en jefe y hasta qué punto es indigno del puesto al que aspira», añadió Sullivan.
Las declaraciones de Trump sobre política exterior han generado polémicas incluso en el Partido Republicano, que se apresta a consagrarlo como su candidato presidencial en las próximas semanas. Ha dicho que Estados Unidos interviene demasiado en el mundo, ha puesto en tela de juicio a la OTAN y ha dicho que otros países se han aprovechado de Estados Unidos. Algunos críticos dentro del partido dicen que sus declaraciones apuntan a una política aislacionista en un mundo cada vez más peligroso.
A principios de marzo, más de 70 expertos, entre ellos el exsecretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff escribieron en una carta abierta que, si bien discrepaban entre ellos sobre una serie de asuntos, estaban unidos en la oposición a una presidencia de Trump. Chertoff fue miembro del gabinete del presidente republicano George W. Bush.