El presidente estadounidense Barack Obama se sumó de lleno este martes a la campaña presidencial de Hillary Clinton, al participar de un acto público para impulsarla en su enfrentamiento con Donald Trump en vistas de las elecciones de noviembre.
Obama y Clinton compartieron escenario en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, aunque evitaron mencionar la decisión del FBI de no recomendar al Departamento de Justicia la presentación de cargos contra la exsecretaria de Estado por uso indebido de correos electrónicos durante su gestión.
Clinton sorprendió al viajar desde Washington a Charlotte junto a Obama en el avión presidencial, el Air Force One.
«Estoy hoy aquí porque creo en Hillary Clinton«, dijo Obama, para quien su exsecretaria de Estado «es y será una estadista que nos hace sentir orgullosos en todo el mundo. Estoy listo a pasar el bastón. Y sé que ella lo recibirá».
«No ha habido nunca una mujer más calificada para ser presidente. ¡Nunca!», dijo Obama a la multitud, desatando una ovación.
Obama añadió que tenía un «asiento de primera fila» para observar y dar testimonio de sus criterios y su firmeza, así como de su «compromiso con la diplomacia».
El apoyo de Obama podría ser vital para Clinton. Aunque todos los sondeos coinciden en colocarla como favorita, su ventaja sobre Trump se va acortando.
La última encuesta NBC News/Wall Street Journal revela incluso que en materia de honestidad y fiabilidad Trump la derrota por varios cuerpos: 41% a 25%.
Extremadamente descuidada
El anuncio de que el FBI no recomendaría al Departamento de Justicia la presentación formal de cargos contra Clinton ayudó a disipar en parte la nube de dudas que empañó su campaña presidencial casi desde el inicio.
Sin embargo, el director del FBI, James Comey, trazó un sombrío panorama de las normas de seguridad durante la gestión de Clinton al frente del Departamento de Estado.
Comey llegó a afirmar que tanto Clinton como sus asesores fueron «extremadamente descuidados» en la manipulación de información reservada.
De acuerdo con Comey, la investigación del FBI reveló que Clinton utilizó diversos servidores privados para sus correos, que varios de sus mensajes incluían información secreta y que es «posible» que «actores hostiles» hayan tenido acceso a ellos.
Clinton declaró durante más de tres horas el sábado ante el FBI a raíz de este escándalo.
A tres semanas de la convención demócrata en Filadelfia, en la cual Clinton será proclamada como candidata a la Casa Blanca, los republicanos han aprovechado este caso para insistir sobre la escasa confiabilidad y seriedad de la exjefa de la diplomacia estadounidense.
Máxime cuando se supo que el expresidente Bill Clinton se reunió recientemente en una pista de aeropuerto con la fiscal general Loretta Lynch, cuyo Departamento supervisa la investigación vinculada con la mensajería electrónica de Hillary.
En una entrevista que salió al aire el domingo en el programa «Meet The Press», de la cadena NBC, Hillary Clinton reconoció que fue imprudente que su marido se reuniera con Lynch.
Una candidata «elitista»
El aspirante presidencial por el partido Republicano, Donald Trump, se valió de ese encuentro para insistir sobre la pertenencia de los Clinton a una «élite» enquistada en Washington y acostumbrada a manejar un sistema «amañado y corrupto».
«La deshonesta Clinton es culpable al máximo, pero el conjunto del sistema está amañado y corrupto», afirmó el magnate.
«¿Dónde están los 33.000 e-mails que faltan?», agregó, refiriéndose a los correos electrónicos que Clinton dijo haber borrado porque estaban relacionados con su vida privada y no con su labor como secretaria de Estado.
A lo largo de la campaña Trump se ha esforzado por mostrar a Clinton como una privilegiada a la cual, en razón de sus vínculos con los estamentos de poder en Washington, no se le aplican las reglas que rigen para todos los estadounidenses.
Los sangrientos ataques suicidas del domingo atribuidos al grupo Estado Islámico en Bagdad, que provocaron la muerte de más de 200 personas, le sirvieron por otro lado a Trump para volver a atacar a Clinton por su «debilidad» en la lucha contra el terrorismo.
«Hillary nunca será capaz de manejar la complejidad y el peligro del EI», afirmó el magnate republicano. «Con Hillary y Obama los atentados terroristas sólo empeorarán. Idiotas políticamente correctos, se niegan a mencionar a las cosas por su nombre: ISLAM RADICAL», escribió Trump en la red social Twitter.