Una nave a energía solar se acerca a Júpiter para tener el encuentro más cercano con el planeta más grande de nuestro sistema solar.
La sonda Juno de la NASA encenderá el lunes su principal motor cohete a fin de reducir su velocidad, que actualmente es de 250.000 kph (150.000 mph), y entrar en la órbita de Júpiter. Como Juno viaja en piloto automático, el movimiento cuidadosamente coreografiado ocurre sin la ayuda de ningún operador en la Tierra.
La nave está viajando a través de un ambiente radiactivo hostil y anillos de polvo y escombros, «que crean peligros serios», dijo el principal científico de Juno, Scott Bolton. Pero Juno debería de poder aguantar condiciones difíciles porque está «construido como un tanque blindado», agregó.
La cámara de la nave y otros instrumentos fueron apagados para la llegada, así que no habrá fotos del momento que llegue a su destino. Pero la NASA divulgó una serie de imágenes tomadas la semana pasada durante el acercamiento, en las que se ve a Júpiter con una destello amarillo a lo lejos, y sus cuatro lunas interiores dándole la vuelta.
Los científicos también han prometido fotos de cerca del planeta cuando Juno eche un vistazo a la parte superior de los halos durante la misión de 20 meses, que tiene un costo de 1.100 millones de dólares.
Júpiter, el quinto planeta contando a partir del Sol y el más pesado del sistema solar, es lo que se conoce como gigante gaseoso, una esfera de hidrógeno y helio, a diferencia de planetas rocosos como la Tierra y Marte.
Con sus coloridas franjas, Júpiter es un mundo extremo que probablemente se formó poco después que el Sol. Descubrir su historia podría arrojar información sobre cómo se formó la Tierra y el resto de los planetas de nuestro sistema solar.