Los feligreses católicos celebraron el 378 aniversario de la llegada de la imagen de la Sangre de Cristo a Nicaragua.
Yo vengo porque le pedí que mi hijo no tomara y ya tiene 6 años de estar limpio, el no ha tomado una sola gota de alcohol, indicó Ruth García, devota de la imagen.
Miles llegaron provenientes de diferentes departamentos del país. En el acto litúrgico que presidió el arzobispo de Managua pidió a la Sangre de Cristo que intercediera para fortalecer la Fe.
Decirle al señor, auméntanos la Fe, auméntanos la Fe y la van a pedir aquellos hombres sencillos y humildes, exhortó el cardenal.
En la misa las camareras de la congregación de la sagrada imagen presentaron las prendas que lucirán este años.
La imagen recorrió la catedral de Managua y en su recorrido los católicos celebraron, levantaron pañuelos, elevaron plegarias y dieron gracias al creador en un acto multitudinario que llenó a toda su capacidad el templo.
Al culminar el servicio religioso el cardenal Brenes se refirió a la devoción de los nicaragüenses por la imagen, se siente la cercanía, siente el amor de parte del señor y lo manifiesta y creo que mucho de los fieles lanzan su mirada, sostuvo el arzobispo.
Recordemos aquel pasado cuando muchos eran picados por la serpiente y vemos como el señor decía a Moisés que miraran la serpiente y quedaban sanados, hoy una manifestación de esa mirada hacia la imagen de Jesús y se siente sanando, es una experiencia hermosa, 378 no son pocos años, es todo un proceso, no hablemos solo de la arquidiócesis, vienen de todo el país, sostuvo.