Argentina: alarma por casos justicia mano propia

El linchamiento de un joven de 18 años por parte de un grupo de vecinos indignados porque le había robado la cartera a una mujer una semana atrás ha disparado una ola de casos de justicia por mano propia en Argentina.

David Moreyra murió el martes pasado a causa de los traumatismos severos que le provocaron los golpes y las patadas propinadas por un grupo de vecinos que lo atraparon tras arrebatarle la cartera a una mujer en un barrio humilde de Rosario, a 300 kilómetros al norte de Buenos Aires.

A partir de ese hecho se registraron al menos media docena de intentos de linchamiento de delincuentes en Buenos Aires y otras provincias del país, aunque sin el mismo final trágico. Hasta el momento no hay detenidos por estos ataques.

«Estamos en niveles de violencia que yo al menos no tenía conocimiento, de este tipo de violencia ciudadana, de ciudadanos uno contra el otro, es realmente preocupante», advirtió el lunes Ricardo Sáenz, fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo criminal y correccional de la ciudad de Buenos Aires.

El fiscal consideró la nueva forma de violencia «un síntoma de la ausencia del Estado. La gente víctima de la inseguridad tiene tanta impotencia ante el hecho que esa impotencia genera mucha bronca», agregó en diálogo con radio La Red.

Argentina no cuenta con estadísticas oficiales sobre delitos desde 2009, pero los medios de comunicación difunden casi a diario casos de asaltos con final trágico para las víctimas y la inseguridad figura entre una de las principales preocupaciones de los argentinos.

BUENOS AIRES (AP)