Tropas de Bangladesh asaltaron el sábado un lujoso restaurante de Daca para poner fin a una toma de rehenes por parte de milicianos fuertemente armados. En la operación murieron seis milicianos y se rescataron 13 rehenes, incluidos varios extranjeros.
El ejército informó que 20 rehenes murieron durante el asedio de 10 horas, y el padre de un sobreviviente dijo que los agresores dejaron vivir a los que recitaron versos del Corán.
El ataque supone una escalada en la creciente violencia extremista registrada los últimos tres años en el país, de mayoría musulmana pero tradicionalmente moderado. La mayoría de los ataques han sido asaltos de hombres armados con machetes contra personas concretas de minorías religiosas, extranjeros o activistas.
Unas 35 personas se vieron retenidas, incluidos unos 20 extranjeros, cuando hombres armados asaltaron el viernes por la noche el popular restaurante Holey Artisan Bakery, en el barrio diplomático de Gulshan, durante el mes sagrado islámico del Ramadán. Dos policías murieron al comenzar el ataque.
Seis de los agresores murieron a manos de las fuerzas paramilitares que realizaron la misión de rescate el sábado por la mañana, dijo Nayeem Ashfaq Chowdhury. En el lugar se recuperaron dispositivos explosivos improvisados y armas blancas, añadió. Chowdhury no reveló la identidad de los rehenes.
La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, condenó el ataque, que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico, y dijo que las fuerzas de seguridad habían detenido a uno de los agresores.
«Debido a los esfuerzos de la fuerza conjunta, los terroristas no pudieron huir», dijo Hasina en un discurso televisado, en el que prometió combatir los atentados en el país e instó a la gente a colaborar en las pesquisas.
«Nadie que crea en la religión puede hacer algo así. No tienen ninguna religión, su única religión es el terrorismo», afirmó.
Por su parte, un portavoz del gobierno japonés indicó que un rehén japonés fue rescatado con una herida de bala pero que no tenía noticias de otros siete. El subsecretario jefe de Gabinete, Koichi Hagiuda, dijo el sábado que los ocho ciudadanos estaban juntos en el restaurante en el momento del ataque.
La ministra india de Exteriores, Sushma Swaraj, confirmó que entre los muertos había una menor india. En su cuenta de Twitter, dijo estar «extremadamente dolida de anunciar que los terroristas han matado a Tarushi, una niña india que fue tomada como rehén en el ataque terrorista en Daca».
Una fuente de India dice que los rehenes muertos en Bangladesh incluyeron italianos, japoneses, surcoreanos, bangladeshíes y un indio. La persona que dio la información no dio su nombre porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.
Detalló que siete bangladesíes y un indio están entre 13 personas que fueron rescatadas cuando comandos entraron al restaurante y mataron a seis atacantes.
A su vez, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, confirmó que había italianos entre las víctimas pero indicó que no se revelaría su número ni otros detalles hasta haber informado a las familias. Medios italianos indicaron que unos 10 u 11 italianos estaban en el establecimiento cuando comenzó la crisis de rehenes.
Entre las personas rescatadas había también dos ciudadanos de Sri Lanka, indicó el oficial responsable de los comandos de Bangladesh que realizaron la operación de rescate, el teniente coronel Tuhin Mohammad Masud.
Una agencia de noticias afiliada al grupo extremista dijo que 24 personas habían muerto y 40 resultaron heridas, entre ellas extranjeros. La cifra no pudo ser confirmada.
La agencia Amaq publicó fotos que supuestamente muestran los cadáveres de rehenes. No se pudo confirmar de manera independiente la autenticidad de las fotos.
Entre el sonido de disparos y explosiones, televisoras locales informaron del inicio de la operación de rescate a las 7:40 de la mañana. En la maniobra participó personal con armas automáticas y al menos siete vehículos blindados, además de ambulancias. Los agresores no habían respondido a los intentos de las autoridades de negociar, dijo Masud.
Mucha gente había acudido el viernes por la noche a la popular pastelería y restaurante, que sirve comida española y tiene entre sus clientes a los vecinos de Gulshan, un barrio acomodado donde tienen su sede la mayoría de las embajadas extranjeras. El restaurante tiene vistas a un lago y en las noches de buen tiempo los asistentes suelen preferir cenar al aire libre.
Sumon Reza, empleado en la cocina del local y que consiguió escapar, dijo que los agresores habían exclamado «Allahu Akbar» («Dios es grande») cuando iniciaron el ataque a las 9:20 de la noche del viernes, disparando en un principio balas de fogueo.
Rezaul Karim, el padre de un empresario de Bangladesh que fue rescatado junto con su familia, dijo que los agresores no habían hecho daño a ningún rehén que pudiera recitar versos del libro sagrado musulmán, el Corán.