Una alteración se produjo en lo interno de las celdas preventivas de la Policía en León el pasado sábado, cuando hacían el paso de la comida a los reos que se encuentran en las celdas y en la requisa rutinaria que se hace en los alimentos se detectó el ingreso de licor para los detenidos.
Con el paso de las horas la tensión aumentó fuera de las instalaciones policiales, hasta donde llegaron familiares de presos que exigían el ingreso a las celdas preventivas para visitar a sus detenidos.
Como medida, las autoridades trasladaron a diez reos al Sistema Penitenciario de Chinandega, ya que las celdas preventivas de la Policía leonesa tiene una capacidad para 52 privados de libertad y actualmente hay más de 300 detenidos. Como resultado de los incidentes del sábado, 3 agentes policiales resultaron heridos.
Sayda Peralta