Hace más de 100 años los panameños celebraron la inauguración del Canal, pero había un sin sabor en la fiesta; la obra no era cien por ciento panameña.
Hoy, 102 años después de este acontecimiento, la alegría, euforia y orgullo resaltan a flor de piel, sin nada que lo empañe. La ampliación cobró vida a manos de los istmeños.
Esta megaobra, que llena de satisfacción el corazón de los panameños, tuvo sus altas y bajas, pero al final la ampliación fue concretada.
A un costo de $5 mil 250 millones la construcción del tercer juego de esclusas se inició el 3 de septiembre de 2007 entre críticas y elogios para duplicar la capacidad de tránsito de la vía construida por Estados Unidos entre 1904 y 1914.
Este proyecto se convirtió en una fuente importante de empleos en diferentes áreas de trabajo. Más de 30 mil personas fueron contratadas para su ejecución. En su mayoría, panameños.
Sin embargo, un sinsabor dejó esta obra, pues ocho de estos obreros fallecieron trágicamente durante su ejecución.
Para el tercer juego de esclusas utilizaron 4.5 millones de metros cúbicos de hormigón, el equivalente a dos pirámides como la de Keops, en Egipto, y 220 mil toneladas de acero, lo suficiente para construir 22 torres Eiffel.
Cada esclusa tiene 427 metros de largo por 55 metros de ancho y una profundidad de 18.3 metros.
El tercer juego de esclusas tiene un sistema hidráulico complejo, enormes tinas para ahorrar y reutilizar agua y un laberinto de conductos y válvulas para que el llenado y vaciado de cada cámara sea rápido y garantice la estabilidad de los buques pospanamax.
En estas esclusas, que tienen 16 compuertas rodantes, aunque no lo crean, hay más concreto que en el propio Canal de Panamá, pues son 60% más grandes.
Después de ocho años y nueve meses de espera el buque Cosco Shipping Panama inauguró la nueva ruta, que permite a barcos de hasta 14 mil contenedores, el triple de su capacidad actual, atravesar sus 80 kilómetros.
Disputas entre la ACP y GUPC, huelgas y la aparición de fisuras por donde se filtraba el agua en una de las nuevas esclusas rodean esta megaobra.
Aunque los conflictos contractuales no se terminan de resolver, hoy no impedirán que los panameños celebren el éxito de haber cumplido con terminar esta megaobra que pone a Panamá en el ojo del mundo.