El Gobierno irlandés anunció hoy que levantará la actual prohibición de donación de sangre impuesta a los homosexuales, ante la evidencia de que no aumentará el riesgo de transmisión de enfermedades.
El ministro de Sanidad, Simon Harris, ha tomado esta decisión después de analizar las recomendaciones efectuadas en un amplio informe por el Servicio Irlandés de Transfusiones de Sangre (IBTS, sus siglas en inglés).
La nueva normativa permitirá donar sangre a los gays doce meses después de su último encuentro sexual con otro hombre o cinco años después de que hayan sido declarados libres de enfermedades de transmisión sexual.
En la República de Irlanda, los varones homosexuales no pueden donar sangre desde que Dublín introdujo esta medida en los años 80 para frenar el avance del sida.
En el vecino Reino Unido, las autoridades levantaron esta restricción en 2011 y los homosexuales que no han tenido relaciones íntimas con otro hombre durante un periodo de un año pueden donar sangre en Inglaterra, Escocia y Gales, mientras que Irlanda del Norte se sumó a esta medida el pasado 2 de junio.
Harris agradeció hoy «el trabajo realizado por el IBTS» en los últimos años para que el Gobierno pueda desarrollar ahora un «robusto» plan de actuación para acometer «una reforma de su política de donaciones, y explicar sus fundamentos e implicaciones».
«Toda vez que esté finalizado este plan de actuación podremos fijar una fecha para determinar el comienzo de las nuevas medidas«, declaró el ministro en un comunicado.
Al término de una conferencia de dos días celebrada en Dublín el pasado abril, el IBTS indicó que sus estudios demuestran que en ninguno de los países donde no existe esta prohibición se ha detectado un aumento del riesgo de transmisión de infecciones como el VIH.
Su director, William Murphy, aseguró entonces que Irlanda podía seguir el ejemplo británico, dado que en ese país no se ha detectado un incremento del riesgo de contaminación de la sangre donada por gays.