En diferentes partes de Yemen han fallecido más de 40 personas, producto de la agudización del conflicto en la nación africana, que se desarrolla a la par de las negociaciones de paz entre las partes en Kuwait.
Varias agencias informan que en las últimas horas se registraron 19 asesinatos, 16 de ellos rebeldes y tres soldados.
El enfrentamiento es sostenido por hutíes (rebeldes chiítas), aliados del expresidente yemení, Ali Abdullah Saleh, y los soldados leales al gobierno del actual presidente, Abd Rabbo Mansur Hadi.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió a los negociadores trabajar «con responsabilidad y flexibilidad», para lograr un acuerdo que ponga fin a la guerra en el país africano.
«La situación en Yemen es profundamente preocupante. No solo para mí y la ONU, sino para ti y toda la gente, y para todos los países de la región», afirmó Ban, quien añadió: «Entre más tiempo dure el conflicto, más tiempo tomará recuperar la nación».
Ban se reunió en Kuwait con representantes de los dos bandos y los exhortó a colaborar con el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Uld Sheij Ahmed.
Yemen ha sido víctima de una agresión militar por parte de la coalición liderada por Arabia Saudita, cuyas intenciones e intereses pesan sobre los recursos naturales de esa nación, en especial de los recientes hallazgos de petróleo y gas natural.
Datos de la ONU revelan que el conflicto en Yemen ha ocasionado desde marzo de 2015 que más de 10 millones de personas padezcan de inseguridad alimentaria, desempleo, altos precios de los alimentos y combustibles además de los más que limitados servicios sociales.
Asimismo, según las últimas estadísticas, la guerra saudí contra Yemen ya ha dejado más de 32 mil víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles.