Las declaraciones de varios políticos que afirman que EE.UU. está al borde de una nueva Guerra Fría con Rusia no resisten la más mínima crítica, ya que Rusia no es la URSS y representa un único nuevo problema, según James Carafano.
Este experto en seguridad internacional, que es vicepresidente de la Fundación Heritage de estudios de política exterior y de defensa de Washington, criticó la retórica que va desarrollándose tras la incorporación de la península de Crimea a Rusia.
En su artículo para el portal The National Interest, el experto expone las razones por las que no se puede hablar en la actualidad de que se estén dando las condiciones para una nueva confrontación entre los dos países.
1. Rusia no es un imperio del mal. Rusia no es un poder militar global, por lo menos en lo que se refiere a armas convencionales.
En consecuencia, la reintegración de Crimea no justifica los llamamientos a renovar el arsenal estadounidense.
2. Rusia no es un rival global. Realmente, la competencia EE.UU.-URSS era a escala global.
Hoy en día Moscú se entromete en Oriente Medio y trata de participar en la vida de América Latina, pero no se puede comparar con la influencia de EE.UU. en todo el mundo.
Según el experto la amenaza para EE.UU. no la representa Rusia, sino que Washington debe vigilar a varios poderes regionales, que podrían llevar a cabo actividades ‘malignas’ mientras EE.UU. está preocupado por el presidente ruso, Vladímir Putin.
3. No hay ningún conflicto ideológico existencial. Putin no está tratando de restaurar un imperio comunista.
4. Este no es un mundo con una única amenaza. Ya no vivimos en un mundo bipolar, con dos superpotencias rivales.
«El presidente Obama dio en el clavo cuando dijo ‘Estados Unidos se enfrenta a una gran cantidad de desafíos’. Lo que no mencionó es que muchos de estos retos son de su propia creación. Fue él quien se equivocó con la retirada prematura de las fuerzas de Irak y Afganistán, respondió con ineptitud a la primavera árabe, gestionó mal el empuje de China para reescribir las normas de resolución de los conflictos territoriales en el Pacífico, facilitó la restauración de Al Qaeda y no hizo ningún progreso real para disminuir la amenaza a largo plazo de que Irán o Corea del Norte se hagan con armas nucleares», expresó.
5. Ha cambiado la correlación de fuerzas económicas.
EE.UU. tenía una gran ventaja económica a lo largo de la Guerra Fría. Washington podía confiar en su motor económico de libre mercado mientras la economía planificada soviética se autodestruía.
Hoy en día, la economía de EE.UU. ha perdido una gran parte de su ventaja competitiva.
Según el Índice de la Libertad Económica elaborado por ‘Wall Street Journal’ y la Fundación Heritage, la libertad económica en EE.UU. lleva ocho años disminuyendo, un plazo sin precedentes.