Feroz sequía causa hambruna y malnutrición en Haití

La sequía golpea más a una de las partes más desoladas y hambrientas de la nación más pobre del hemisferio y causa alarma en organizaciones internacionales de ayuda como el Programa Mundial de la Alimentación de las Naciones Unidas, que envió personal esta semana para distribuir trigo bulgur, aceite para cocina y sal.

El organismo dice que repartió alimentos entre 164.000 personas por ahora. El gobierno agregó que repartió 6.000 paquetes de semillas entre los campesinos.Las autoridades esperan dejar a la gente en condiciones de sobrellevar la temporada de lluvias, que empieza en abril, hasta las cosechas de junio.

En el «lejano oeste» de Haití ha llovido un 50% menos que lo habitual, continuando una tendencia que viene de los dos últimos años, según la Red de Sistemas de Alertas Tempranas de Hambrunas del Servicio Geológico de Estados Unidos, que observa el clima, la producción agrícola y los precios de los alimentos en un esfuerzo por evitar hambrunas.

«Las familias no pueden comprar cosas como semillas para la próxima cosecha ni pagar matrículas escolares ni medicinas», señaló Chris Hillbruner, asesor de esa red.»Tienen problemas para satisfacer sus necesidades alimenticias básicas».Los campesinos han tenido que vender sus animales y comerse los granos para plantar.Los animales que no son vendidos a menudo se debilitan mucho o sufren enfermedades.

Ya antes de que comenzase la sequía el gobierno había reportado que una cuarta parte de la población de esa zona padecía de malnutrición crónica. Un 5% de los casos eran agudos.Desde entonces, el problema entre los niños se ha agravado, según Faith Leach, quien fue ejecutiva del Hospital Evangélico de Bombardopolis por dos décadas.Ocho niños fueron tratados por malnutrición entre octubre y diciembre. En febrero hubo 30 casos.

Solo el 2% del territorio haitiano está cubierto de bosques y los expertos dicen que la deforestación ha dañado el suelo, reduce las lluvias y agrava las inundaciones cuando llueve.»La miseria nos hace hacer esto», dice Beltinor, aludiendo a la tala de árboles.

BOMBARDOPOLIS, Haití (AP)