El papa Francisco, que viaja a Polonia a fines de julio, se reunirá con un grupo de supervivientes de Auschwitz durante una visita al antiguo campo nazi, al margen de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), objetivo esencial de su desplazamiento.
Francisco irá a Auschwitz el 29 de julio, dos días después de su llegada a Cracovia, según el programa oficial de la visita.
Atravesará a pie el portal con la inscripción «Arbeit macht frei» (el trabajo nos hace libres) y luego rezará ante el «muro de la muerte», donde encenderá una vela y se reunirá con un grupo de supervivientes del campo de concentración.
Su visita coincide con el 75 aniversario de la muerte de San Maximiliano Kolbe, un franciscano polaco que voluntariamente se ofreció morir en lugar de un padre de familia. El papa irá y rezará en la celda donde murió este santo, después de que se le suministrara una inyección letal.
Entre 1940 y principios de 1945, la Alemania nazi exterminó en Auschwitz-Birkenau a 1,1 millón de personas, entre ellas un millón de judíos de diferentes países europeos.
Juan Pablo II había visitado este campo en 1979, y Benedicto XVI lo hizo en 2006.
Según la portavoz de los JMJ, Dorota Abdelmoula, unos 574.000 jóvenes ya se han inscrito, una cifra récord.
La experiencia demuestra que solamente una tercera parte de los participantes se da la molestia de inscribirse. Por ello la gran misa podría congregar hasta casi dos millones de fieles, estimó la portavoz.