Estados Unidos anunció el jueves una prohibición casi total del comercio de marfil en su territorio, afirmando su voluntad de frenar el tráfico de elefantes africanos amenazados de extinción por la caza furtiva.
«Esperamos que las demás naciones reaccionen rápidamente y de manera decisiva para frenar el comercio de marfil e implementen reglas similares», declaró la secretaria estadounidense del Interior y Recursos Naturales, Sally Jewell.
Esta norma apunta particularmente a China, que representa el 70% de la demanda y que también busca reglamentar el mercado.
Estas medidas «son cruciales para nuestros nietos y sus hijos para que puedan llegar a conocer esta especie emblemática», agregó.
El Servicio de Pesca y de Vida Salvaje (USFW), que pertenece al Departamento del Interior, completa así el proceso de reglamentaciones en el marco de la ley sobre las especies en peligro (ESA).
«Limita así fuertemente la importación, la exportación y las ventas de marfil de elefantes africanos en los estados estadounidenses».
Esta medida «cierra un canal importante para los traficantes eliminando la cobertura del comercio legal de marfil», explicó Dan Ashe, director de USFW. «Tenemos aún mucho por hacer para salvar a esta especie pero hoy es un buen día para el elefante africano».
La norma contempla algunas excepciones como instrumentos de música, muebles y armas que contengan menos de 200 gramos de marfil. Las piezas antiguas, que daten de al menos un siglo, también están exceptuadas.
Esta reglamentación limita asimismo la importación de trofeos de caza a solamente dos por año y por cazador. Hasta ahora, no existía límite en esta materia.
Leyes severas
Existen alrededor de 450.000 elefantes en el continente africano y unos 35.000 son cazados cada año.
Las asociaciones de defensa del medioambiente se felicitaron por esta prohibición de comercio en Estados Unidos, norma que reclamaban desde hacía tiempo.
«Con esta medida, nosotros (por Estados Unidos) declaramos fuerte y claro que el marfil debe permanecer en los elefantes y que queremos asegurarnos que este mercado esté cerrado», dijo a la AFP John Calvelli, uno de los responsables de Wildlife Conservation Society, una ONG comprometida con la defensa de los elefantes.
De hecho, agregó, «Estados Unidos responde a un pedido de los jefes de Estado africanos de 2013 para que el mundo frene la compra de marfil».
Según Patrick Bergin, presidente de la ONG estadounidense African Wildlife Foundation (AWF), «las leyes severas contra la criminalidad ligadas a la fauna salvaje y su aplicación rigurosa son absolutamente esenciales para disuadir a los traficantes y los cazadores».
Pero «todos los países y sobre todo aquellos que están en el origen, el tránsito y el destino de los productos ilegales de la fauna salvaje tienen el rol de poner orden en su propia casa», agregó en un correo a la AFP.
El mercado de productos ilegales de la fauna salvaje es de 20.000 millones de dólares por año, de los cuales 3.000 millones corresponden al marfil, según Samuel Wasser, profesor de biología en la Universidad de Washington.
La caza furtiva y el comercio de especie salvajes protegidas es la cuarta actividad criminal internacional más importante, detrás del tráfico de armas, drogas y la trata humana.
El comercio ilegal de marfil está mayoritariamente alimentado por la gran demanda en Asia y Medio Oriente, donde el marfil de los elefantes y los cuernos de rinocerontes son utilizados en la medicina tradicional y en la ornamentación.