El papa Francisco advirtió hoy contra la mediocridad espiritual de los pastores, sacerdotes y obispos, los cuales están a la cabeza de las comunidades pero para servir y nunca para servirse de ellas.
«Un obispo que no está al servicio de la comunidad no actúa bien; un cura o un sacerdote que no está al servicio de la comunidad, se equivoca», indicó durante la audiencia general que presidió ante más de 60 mil personas en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
«Aquellos que son ordenados se colocan a la cabeza de la comunidad. Están ‘a la cabeza’ sí, pero para Jesús esto significa poner la propia autoridad al servicio de los otros», indicó.
Llamó a los clérigos a no descuidar la vida interior porque si no celebran la misa todos los días o no se confiesan a menudo se terminan por olvidar, inevitablemente, del verdadero sentido de su servicio.
«El sacerdote que no hace estas cosas, a la larga adquiere una mediocridad que no es buena para la Iglesia. Por esto tenemos que ayudar a los obispos y sacerdotes a orar, a escuchar la palabra de Dios que es el alimento diario, a celebrar la Eucaristía todos los días y a confesarse con regularidad», estableció.
Aclaró que «no se venden accesorios para convertirse en sacerdote», sino que es un llamado divino y animó a los jóvenes para que respondan a esa invitación cuando la sientan.
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