Cuatro personas murieron y otras 10 resultaron heridas el miércoles por la mañana en una explosión registrada en las obras de construcción de un túnel cerca de la capital de Corea del Sur, Seúl.
Los trabajadores soldaban barras de hierro a 15 metros de profundidad (49 pies) cuando ocurrió la explosión, según funcionarios de la Comandancia de Bomberos y Atención de Desastres de la Provincia de Gyeonggis, que solicitaron no ser identificados cumpliendo las normas del departamento.
Un trabajador fue hallado sin vida en la superficie, posiblemente impulsado por la fuerza de la explosión, mientras que otros tres aparecieron el subsuelo. Tres de los heridos estaban en estado grave, señalaron los funcionarios.
La causa de la explosión no se conoció de inmediato. Un responsable del Departamento de Bomberos de Namyangju, que tampoco quiso ser identificado, dijo que uno de los tanques de gas utilizado para soldar pudo haber explotado.
Se trata del último de una larga lista de accidentes por motivos de seguridad en Corea del Sur donde, a pesar de un período de introspección tras el desastre de un transbordador en 2014 en el que murieron más de 300 personas, los problemas de seguridad continúan siendo ignorados.
La muerte de un trabajador del metro de 19 años que fue golpeado por un tren subterráneo el sábado mientras realizaba labores de mantenimiento en las puertas de un andén en una estación en Seúl provocó indignación.
Críticos han cuestionado las políticas laborales del metro de la capital, preguntándose por qué trabajaba solo el hombre cuando las normas de seguridad exigen al menos dos personas para estas labores.
Según analistas, muchos problemas de seguridad del tienen su origen en una poca regulación, en el escaso respeto a seguridad en general y a una tendencia a valorar el avance económico sobre todo lo demás.