El Servicio Secreto del Presidente de los Estados Unidos nuevamente se vuelve a ver comprometido por el actuar de sus agentes.
Uno de los tres agentes fue encontrado inconsciente y ebrio en el hall de un hotel el domingo por la mañana, un día antes de que Obama aterrizase en Holanda. Los tres pertenecían al equipo conocido dentro de la agencia como CAT (Counter Assault Team, siglas en inglés), el grupo antiasalto de operaciones especiales que marcha al lado de la caravana presidencial.
Según relata el Washington Post, el personal del hotel que encontró borracho al agente decidió llamar a la embajada de EE UU en La Haya, quien contactó a los responsables del Servicio Secreto que organizaban el viaje a Holanda, entre los que se encontraba la directora, Julia Pierson, que viajó a bordo del Air Force One con Obama al día siguiente.
El CAT está considerado dentro del Servicio Secreto como «la última línea de defensa» del presidente, el grupo con más rango de élite dentro de la agencia. Los agentes que componen el CAT deben de ser tiradores de gran precisión y estar siempre en excelente forma física, ya que son quienes protegen al presidente si el convoy en el que viaja el mandatario es atacado. Su misión entonces es defender la posición con armas de fuego y extraer al presidente del área asaltada hasta conducirle a un lugar seguro.
El portavoz del Servicio Secreto, Ed Donovan, confirmaba la noche del martes que la agencia había enviado «a casa a tres empleados por motivos disciplinarios» y había abierto una investigación durante la cual los agentes estarán suspendidos de empleo. El Servicio Secreto hace honor a su nombre y muy poco es lo que trasciende de lo que sucede entre bambalinas.
AGENCIAS