Dos misteriosos anillos de piedra hallados en lo profundo de una cueva en Francia fueron tallados probablemente por Neandertales hace 176.500 años, lo que demuestra que los primos ancestrales de los seres humanos eran capaces de conducta más compleja que lo que se pensaba, dicen científicos.
Las estructuras fueron creadas con centenares de depósitos minerales en forma de pilar, llamados estalagmitas, a que fueron cortados a longitud similar y colocados en dos formaciones ovales de hasta 40 centímetros (16 pulgadas) de altura. Fueron descubiertas por casualidad en 1990, luego de estar ocultas durante miles de años porque una avalancha de rocas había bloqueado la entrada a la cueva en Bruniquel, en el suroeste de Francia.
Aunque estudios previos parecieron indicar que las estructuras precedían la llegada de los humanos modernos a Europa hace alrededor de 45.000 años, la noción de que los Neandertales pudieran haberlas construido no se ajustaba con la idea de que éstos eran incapaces de la compleja conducta necesaria para trabajar bajo tierra.
Usando técnicas sofisticadas para determinar fecha, un equipo encabezado por el arqueólogo Jacques Jaubert, de la Universidad de Burdeos, concluyó que las estalagmitas deben haber sido separadas del suelo aproximadamente hace 176.500 años, lo que las hace «entre las construcciones más antiguas hechas por humanos».
«Su presencia a 336 metros de la entrada de la cueva indica que los humanos de ese período habían dominado ya el ambiente subterráneo, algo que puede ser considerado un paso muy grande en la modernidad humana», dijeron los científicos en un estudio publicado el miércoles en la internet por la revista Nature.
Jaubert descartó que los anillos, cuidadosamente construidos y que muestran indicios de fuego, pudieran haberse formado aleatoriamente o creados por animales como osos y lobos, cuyos huesos fueron encontrados cerca de la entrada de la cueva.
«El origen de las estructuras es innegablemente humano. Realmente no puede ser otra cosa», le dijo a The Associated Press.
Los Neandertales que los construyeron deben haber tenido un «proyecto» para adentrarse tanto en la cueva, donde no había luz natural, dijo Jaubert. Ellos probablemente exploraron la profundidad en grupo y cooperaron para construir los anillos, usando fuego para iluminarse, dijo. «Son incursiones extraordinarias, ciertamente por razones extraordinarias que aún no conocemos».
Paola Villa, arqueóloga de la Universidad de Colorado en Boulder y que no participó en el estudio, dijo que el sitio «provee sólida evidencia de la gran antigüedad de esas estructuras y es una importante contribución a una nueva comprensión del gran nivel de complejidad de sociedades Neandertales«.