Cuba legalizará las pequeñas y medianas empresas particulares, una medida que ampliará el mercado privado en el marco de una reestructuración de la economía estatal que caracterizó por décadas a la isla.
Documentos del Partido Comunista publicados el martes dieron cuenta del camino por el que transitará la nación caribeña en lo económico y social en el futuro próximo, regulando formas de producción no estatal que ya venían gestándose desde que el presidente Raúl Castro flexibilizó el trabajo independiente del Estado en 2010 y florecieron emprendimientos antes impensables.
La propuesta admite «pequeños negocios realizados por el trabajador y su familia» y «empresas privadas de mediana, pequeña y micro escalas, según el volumen de actividad», expresa uno de los dos textos.
La propuesta del partido deberá pasar ahora por la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento, para tomar forma práctica y legal.
De todas formas el documento insistió que la prioridad en la isla será la gestión y empresa estatal, que trabajarán temas estratégicos del país.
Raúl Castro dejó claro en el congreso partidario y en declaraciones anteriores que las reformas solo serán económicas y no habrá modificaciones en el sistema monopartidista en la isla.
Al calor de las medidas de Raúl Castro, algunos trabajadores independientes pusieron negocios que terminaron convirtiéndose de hecho en empresas y microindustrias, pero sus dueños se quejaban de no contar con garantías legales, sin abastecimiento de insumos o políticas tributarias que los ampararan, entre otros.
El gobierno y el partido admitieron que las reformas económicas se producen por la «necesidad de movilizar recursos no estatales –internos y externos–, para la recuperación de la producción y los servicios, la modernización de la infraestructura y del plantel productivo, imprescindibles para el desarrollo», expresó el texto de las propuestas partidarias.
«El reconocimiento de las formas no estatales de propiedad y gestión contribuye a la liberación de las fuerzas productivas», agregó.
Los documentos, uno sobre la «conceptualización del modelo económico» y otro sobre el «plan de desarrollo» hasta el 2030 emanaron del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) realizado en abril pasado y que no se habían hecho públicos hasta ahora a pesar de la queja de muchos ciudadanos que esperaban tener en blanco y negro lo aprobado en las sesiones partidarias.
El PCC, con sus 670.000 miembros, es el único partido con reconocimiento legal y constitucionalmente debe guiar los pasos de la isla en materia de economía y sociedad, lo que lo convierte en una organización tan poderosa como el ejecutivo.