Cuando se trata de la salud en la vejez, la edad y la obesidad pueden no ser tan malas después de todo, según un estudio publicado en Estados Unidos el lunes.
En vez de eso, investigadores de la Universidad de Chicago encontraron que factores como la soledad, la depresión y haberse roto un hueso recientemente, pueden predecir el riesgo de morir en los próximos cinco años.
«En vez de políticas enfocadas a reducir la obesidad como una lamentada condición de salud, un mayor apoyo para reducir la soledad entre adultos aislados, o restablecer las funciones sensoriales sería más efectivo para fortalecer la salud y el bienestar en la población más envejecida», dijo Edward Laumman, uno de los autores y profesor de sociología en la Universidad de Chicago.
El estudio, publicado en la Proceedings of the National Academies of Science, la revista de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos, involucró 3.000 personas de los 57 a los 85 años.
«Las personas más saludables eran obesas y robustas», señala el estudio, que encontró que 22% de los estadounidenses más viejos entran en esta noción de estar en buena salud a pesar de la obesidad y una presión alta.
Estas personas tenían menos problemas en sus órganos, mejor movilidad, funciones sensoriales y salud mental que los otros.
Eran también los que tenían menor tendencia a morir o a estar discapacitados en los próximos cinco años.
Los investigadores también descubrieron grupos de personas con doble riesgo de morir o quedar incapacitados en el próximo lustro: aquellos que estaban en peso normal pero afrontaban problemas de tiroides, anemia o úlcera; aquellos que se habían roto un hueso pasados los 45 años, y aquellos con salud mental precaria.
Los menos saludables eran aquellos con diabetes descontrolada y presión alta, y que frecuentemente tuvieron problemas para salir a la calle y hacer tareas diarias.
El cáncer provocó 24% de las muertes entre mayores de 55, pero «parece desarrollarse aleatoriamente con respecto a otras enfermedades orgánicas», señaló el estudio.
El sentido común médico sugiere que la gente es saludable si vive sin problemas en el corazón, cáncer, diabetes, alta presión o niveles de colesterol.
Pero los autores del estudio sugieren un enfoque distinto, conocido como el «modelo integrador» de salud y envejecimiento, que incluye factores como el bienestar mental, las funciones sensoriales y la movilidad como partes esenciales de la salud general de la persona.
Con este nuevo enfoque, cerca de la mitad de las personas consideradas saludables en el actual modelo médico tendrían en realidad «vulnerabilidades significativas que afectan las posibilidades de que mueran o se vuelvan discapacitados en los próximos cinco años», dijo el estudio.
«Al mismo tiempo, algunas personas con enfermedades crónicas tienen muchas fortalezas que llevan a reclasificarlas como bastante saludables, con bajos riesgos de salud e incapacidad».
William Dale, uno de los autores y profesor asociado de medicina, dijo que los hallazgos sugieren que «desde una perspectiva del sistema de salud, es necesario un cambio de la atención enfocada en la enfermedad, como medicamentos para la hipertensión o el colesterol alto, a una centrada en el bienestar en general, que tome en cuenta diversas áreas».