Las ballenas jorobadas han llegado a la bahía de San Francisco en números inusualmente altos durante las dos últimas semanas, un fenómeno que, según los expertos, podría ser causado por una concentración inusual de anchoas cerca de la costa.
Se han llegado a ver hasta cuatro ballenas agitando las aletas y retozando en las aguas de la bahía, al parecer alimentándose con las anchoas y otros peces durante las mareas, reportó el diario San Francisco Chronicle (http://bit.ly/1TB4C8p) el jueves.
La bahía suele recibir la visita de ballenas grises, pero las jorobadas por lo general se alimentan más lejos de la costa y no están acostumbradas a navegar aguas poco profundas y estrechos angostos, dijo el periódico.
Mary Jane Schramm, una portavoz del Refugio Nacional Marino Greater Farallones, dijo que ella y otros expertos marinos temen que las ballenas puedan dañar embarcaciones o ser embestidas.
Otros están entusiasmados de su visita.
«Nunca había visto ballenas jorobadas antes y fue notable», comentó Laurie Duke, que trabaja como voluntaria en el Centro de Investigación de Mamíferos Marinos y Cetáceos del Golden Gate. «Emergían parcialmente del agua exhibiendo la cola».
Schramm dijo que los animales podrían perder el sentido de dirección al internarse en la bahía.
El pasado abril una enorme ballena apareció muerta sobre la arena de una popular playa de California.
Decenas de visitantes se aglomeraron en torno al animal de 12 metros (40 pies) de largo, observándolo, examinándolo y por supuesto, tomándose fotos a su lado.
Hay que tenerle respeto a estas criaturas tan inteligentes, tan maravillosas, comentó Cynthia Stern, de Santa Monica, quien colocó una flor al lado del cadáver e intentó colocarle encima remedios homeopáticos.
Añadió: Sentí esa energía positiva incluso antes de llegar a la playa. Aunque es un animal muerto, emana una energía positiva, y todos los que vinieron se verán bendecidos.