Investigadores estadounidenses desarrollaron dos modelos con ratones que muestran por primera vez cómo el virus zika se transmite de la madre al feto y se multiplica dentro de la placenta antes de atacar las células cerebrales.
Los modelos permitirán probar las vacunas y los antivirus experimentales, según el trabajo publicado el miércoles en la revista estadounidense Cell.
«Es la primera demostración en un modelo animal de la transmisión uterina del virus del Zika. Se han comprobado los mismos efectos nefastos en las mujeres y sus hijos infectados», explica el doctor Michael Diamond, profesor de medicina y de microbiología molecular de la Universidad Washington de St Louis (Misuri, centro), principal coautor del estudio.
«Nuestro trabajo mostró también que el virus por sí solo es suficiente para, al menos en ratones, provocar defectos de nacimiento y malformaciones congénitas sin que ningún otro factor del entorno intervenga», dijo además a la AFP.
Una vez en la placenta, el virus se multiplica hasta alcanzar una concentración mil veces mayor que la de la sangre materna, constataron también los microbiólogos.
«Este modelo puede utilizarse para probar una vacuna y ver si vacunando a la madre se puede evitar una infección en el útero por el zika«, continuó el profesor Diamond. «Y también es posible probar los antivirus para tratar a la madre cuando ya está infectada, para determinar si se puede así bloquear la transmisión al feto».
Dado que los ratones tienen un sistema inmunológico capaz de bloquear la infección de zika, los investigadores desactivaron por completo su respuesta inmune genéticamente, es decir, los debilitaron, antes de inocularles el virus, y crearon dos grupos.
Los ratones hembra fueron infectados cerca de una semana después de haber sido fecundados y su placenta y fetos fueron examinados de seis a nueve días más tarde.
Los dos modelos con ratones han mostrado algunos de los aspectos característicos de la infección de zika en humanos.
No todos los niños nacidos de una madre infectada por el zika durante el embarazo nacen con microcefalia, sino que muchos lucen saludables al momento de llegar al mundo. Pero aún se desconoce si estos niños podrían sufrir problemas en su desarrollo cerebral a medida que crecen, advierten los investigadores.