Un productor y colaborador histórico del FSLN en Siuna, Triángulo Minero de Nicaragua, lleva 18 años de su vida dedicado a reforestar su finca. Ahora son más 150 mil árboles sembrados en más de 200 hectáreas que habían sido devastadas por la mano del hombre.
La hacienda Altamira se ubica a unos 35 km al sur de la ciudad de Siuna, en la parte baja de la subcuenca río Labu.
Su principal actividad comercial es la ganadería y su propietario de nombre Enrique Urbina Leiva es uno de los productores más fuertes en la región, quien apuesta por plantar árboles con el objetivo de aportar al mejoramiento de nuestro medio ambiente. Entre las especies plantadas destacan el cedro real, cedro macho, caoba, pochote níspero, entre otras especies preciosas.
«Para mi es una satisfacción sembrar árboles y verlos crecer. Mis primeros árboles ya son grandes más de dos metros de altura. Me llena de felicidad porque significa que es un aporte donde todos aportamos. Se han sembrado más de 50 mil árboles de cedro, 40 mil de caoba, 30 de pochote, granadillo, níspero y un sinnúmero de especies frútales. A través de los años me he dado cuenta que no hay nada mejor que reforestar la finca y vivir en un ambiente fresco«, señala Urbina.
Según el productor ya son 18 años plantando árboles en la zona sur de la ciudad de Siuna, con 200 hectáreas que han sido reforestadas y más de 30 mil árboles ondean sus ramas al ritmo del viento de la subcuenca de la hacienda Altamira.
Además, tres viveros con 40 mil árboles café robusta y cacao esperan las lluvias para ser sembrados.
«Este gran río sobrevive porque ya son 200 hectáreas que voy reforestando, sobre todo en la ladera del río Labu. Sería bueno que más productores se unan a esta causa de mejorar nuestro medio ambiente, todos nos podemos involucrar independientemente el contexto que vivamos. En los pueblos se pueden reciclar las basuras, reforestar áreas verdes en las fincas, se pueden buscar técnicas amigables para la agricultura y la ganadería. Nuestra Madre Tierra no grita ‘Auxilio’, solo nosotros la podemos auxiliar para vivir mejor» indica este productor.
Para el productor la reforestación aún no ha terminado. Árboles en distintos tamaños son testigos de la pasión de Urbina por ver un mundo mejor y por dejar un legado.
Esperamos que más productores se sumen a esta intachable labor digna de reconocer y admirar.