El multimillonario neoyorquino Donald Trump espera que la contienda en Indiana por la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos lo convierta en el nominado imbatible, luego de lo que para muchos comenzó como una cruzada quijotesca.
El empresario inmobiliario de discurso muchas veces grotesco lleva una ventaja de dos dígitos en las encuestas sobre el senador por Texas Ted Cruz, quien ha estado haciendo campaña casi sin parar en el estado del centro-este del país desde mediados de abril.
Cruz ha proclamado a Indiana, uno de los últimos estados grandes que restan en la disputa por el lugar en los comicios presidenciales de noviembre, como su broche de oro para forzar una convención abierta en julio para la nominación del Partido Republicano. Pero parece que terminará siendo su Waterloo.
Con una bocanada de aire fresco por haber triunfado en cinco estados del noreste la semana pasada, Donald Trump espera que una victoria en Indiana le permita alcanzar los 1.237 delegados que necesita para asegurarse la candidatura presidencial antes de la convención.
Cruz ha sido el rival más fuerte de Trump pero está muy por detrás del neoyorquino en la carrera por los delegados. Le ha costado impedir que Trump sume adeptos para llegar al umbral de 1.237 delegados y obligar de esa forma a una convención abierta, que tras varias derrotas en las primarias de abril es la única posibilidad para que Cruz obtenga el puesto de candidato republicano de cara a las elecciones del 8 de noviembre.
Trump actualmente cuenta con 996 delegados, frente a los 565 que tiene Cruz y los 153 del gobernador de Ohio, John Kasich, según Associated Press. Otros 57 delegados están en juego en Indiana, un estado que ha votado a los republicanos en nueve de las últimas 10 elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El principal colaborador de Trump, Corey Lewandowski, dijo a CNN el martes que la campaña espera ganar más de la cantidad requerida de delegados: entre 1.300 y 1.400.
Cruz se comprometió el martes a «competir hasta el final», pero una derrota en Indiana sería particularmente devastadora para el senador, quien ha argumentado que su conservadurismo religioso es una ventaja natural entre los republicanos y obtuvo el respaldo del gobernador de Indiana, Mike Pence.
Indiana cuenta con la segunda cantidad más grande de delegados de los 10 estados en los que resta llevar adelante las primarias republicanas, detrás de California, que votará el 7 de junio.
En lo que respecta a la interna demócrata, la favorita Hillary Clinton lleva más de 6 puntos porcentuales de ventaja sobre su contrincante, el senador por Vermont Bernie Sanders, según un promedio de los sondeos más recientes compilado por Real Clear Politics.