Cinco personas murieron masacradas este sábado en San Pedro Sula, norte de Honduras, al ser atacadas a tiros por desconocidos, a pesar de una fuerte operación de policías y militares contra el crimen en esa y otras ciudades del país, informaron las autoridades. La violencia no da tregua en el vecino país.
Según los informes preliminares de la policía, una mujer se conducía en un vehículo y otra mujer y tres hombres se transportaban a corta distancia en otro vehículo, cuando ambos fueron atacados tiros por personas y causas desconocidas en la segunda ciudad de Honduras, situada 240 km al norte de la capital.
Dos sospechosos que iban en otro auto fueron detenidos con «fuertes indicios» de haber participado en los dos ataques.
En horas de la madrugada, las autoridades forenses reconocieron los cuerpos de cinco jóvenes asesinados en lugares diferentes.
A causa de la vorágine de violencia, las autoridades policiales y militares anunciaban este sábado la ejecución de una operación, especialmente contra maras y pandillas, en la capital, San Pedro Sula y el puerto de La Ceiba (Caribe), similar a la que emprendió El Salvador a inicios de la semana.
«El Operativo Tornado ataca a los extorsionadores gracias al apoyo y denuncias de la población», afirmó en Twitter el ministerio de Defensa.
«La Operación Tornado va en camino, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, nadie puede estarle quitando el fruto de su trabajo a los hondureños honestos», aseveró el presidente Juan Orlando Hernández.
La mayoría de crímenes son atribuidos a las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, contra personas que se niegan a pagar «impuesto de guerra».
La dirigencia del transporte amenazó con decretar un paro a nivel nacional para exigir mayor atención del gobierno a las extorsiones que está dejando muchos muertos en ese rubro.
Un portavoz militar, Mario Rivera, informó que durante la operación Tornado en la capital fueron detenidos dos sospechosos de participar en una masacre ocurrida en marzo en Tegucigalpa, y en el caribeño puerto de La Ceiba cayó una cabecilla local de la Pandilla Barrio 18.
Los crímenes tienen a Honduras con una de las tasas más altas de homicidios en el mundo, 60 por cada 10.000 habitantes, aunque hace tres años era de 90, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional.