Google se enfrentaría a su primera sanción antimonopolio este año, con pocas expectativas de llegar a un acuerdo en un caso con el regulador de la Unión Europea por sus servicios de compra, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Quedan pocos incentivos para las partes para llegar a un acuerdo en una disputa abierta desde hace seis años que podría sentar precedente para las búsquedas en Google de hoteles, vuelos y otros servicios, además de poner a prueba la habilidad de los reguladores para asegurar la diversidad en la red.
Google, al que el regulador de la UE le añadió este mes un segundo cargo por usar la posición dominante de su sistema operativo para móviles Android para ahogar a sus rivales, no ha mostrado señales de retroceder en sus posiciones tras años de disputas con las autoridades del bloque.
Varias personas familiarizadas con el asunto dijeron a Reuters que tras tres intentos fallidos de alcanzar un compromiso desde 2010, Google no planea llegar a un acuerdo sobre las acusaciones de que sus resultados de búsqueda favorecen su propio sistema de compras, a menos que el regulador europeo cambie su posición.
Este cambio de opinión parece improbable, ya que la comisaría de Competencia Margrethe Vestager -una danesa cuyo equipo lidera la investigación de Google– ha mostrado poco interés en llegar a un acuerdo sin que haya pruebas de malas prácticas o una multa contra la compañía, dijeron otras personas.