Miles de mariscos contaminados con marea roja aparecieron varados a lo largo de cinco kilómetros de la costa de la Isla de Chiloé, en la región de Los Lagos, en el sur de Chile, informó este martes la Marina chilena.
Las machas, una especie común de marisco chileno, aparecieron sorpresivamente desperdigadas en las playas Grande de Cucao, Huentemó y Chanquín, en la Isla de Chiloé, ubicada unos 1.230 km al sur de Santiago y habitada por unas 140.000 personas, en su mayoría pescadores, y donde una patrulla de la Marina recogió muestras evidenciando la intoxicación.
«Las machas encontradas arrojaron positivo con la toxina de la marea roja de tipo paralizante», indicó en un comunicado Miguel Bravo, capitán de Puerto de Chonchi, localidad ubicada en Chiloé.
Ante la contaminación, se prohibió el consumo de mariscos en la población de comunidades aledañas y de turistas que visitan la zona.
La marea roja es una toxina que portan algunos tipos de microalgas que son consumidas por los moluscos, la cual ha aparecido con fuerza en las costas de la región de Los Lagos, provocando la prohibición de la extracción y consumo de mariscos, causando perjuicio a pescadores de las caletas de esta zona.
Ante esto, el gobierno anunció la conformación de un comité científico para estudiar la presencia de la marea roja en la región, mediante la toma de muestras para estimar la abundancia y distribución del alga.
«No es posible con certeza hacer una proyección clara de hasta cuando podría permanecer la alga nociva en la zona ya que se trata de un fenómeno inédito en su envergadura y extensión», indicó un comunicado de la Subsecretaría de Pesca.
Más de una decena de personas han sido intoxicadas por el consumo de mariscos contaminados con marea roja, cuyos síntomas en humanos son hormigueo en la boca, debilidad muscular en los brazos y en las piernas e incluso puede provocar un paro cardiorrespiratorio, según el gobierno chileno.