Miles de médicos residentes iniciaron hoy una huelga que dejará por primera vez a Inglaterra sin servicios de emergencia durante dos días, en protesta por el nuevo contrato que el Gobierno británico quiere imponerles después del verano.
El paro laboral, que comenzó esta mañana a las 8.00 hora local y se alargará hasta las 17.00 horas, durará dos días y afectará también a los servicios de maternidad y cuidados intensivos.
Este es el cuarto parón y el primero en el que se ven afectados los servicios de emergencia en esta región del Reino Unido, después de que en enero se rompieran las conservaciones entre el Ejecutivo de David Cameron y el sindicato British Medical Association (MBA) sobre las condicionales laborales y salariales de los profesionales.
Los hospitales se prepararon desde ayer para atender a un mayor número de pacientes, en una jornada en la que más de 13.000 operaciones se han pospuesto y 100.000 visitas médicas se han cancelado para tener doctores disponibles en caso de urgencias.
Una encuesta divulgada hoy, elaborada por la firma Ipsos Mori para la cadena BBC, que sondeó a 800 adultos, reveló que el 57 % de los encuestados respaldan la huelga de los médicos residentes, frente a un 26 % que se muestra contrario.
Mientras que la mayoría de la muestra, el 54 %, culpa al Gobierno británico del paró, un 35 % condena tanto a la administración como a los médicos y solo un 8 % carga contra el sector sanitario.
La escritora británica y autora de la saga de libros «Harry Potter», J. K. Rowling, acudió a Twitter para mostrar su apoyo a los doctores.
«Los médicos que han sido leales a la sanidad británica durante años no merecen que se les acuse de codicia», contestó en la red social a un usuario que criticó a los doctores que se unen a la huelga pero que practican la medicina privada.
La novelista, que está casada con un médico, apuntó que todos los profesionales del sector que conoce «tienen miedo por encima de todo a cometer un error» y explicó que «el nuevo contrato reparte los mismos recursos pero en porciones más pequeñas».
Los servicios de sanidad de Inglaterra (NHS England) aseguraron que han diseñado un plan de contingencia «de nivel militar» para proteger los servicios de urgencia y emergencia durante los próximos dos días.
Desde NHS England afirmaron que «acciones como esta pueden presionar de forma significativa a los servicios sanitarios», si bien se mostraron «seguros» de que los hospitales podrán hacer frente a estos dos días de intensa actividad.
Para ello, han aumentado el número de personas que atiende las llamadas de la línea 111 de emergencias y urgencias.
En febrero, y tras la falta de entendimiento, el Gobierno de Cameron impuso un nuevo contrato a estos profesionales, que los sindicatos rechazaron.
La disputa entre ambas partes se ha centrado en la reducción de la compensación salarial por los turnos programados en horas consideradas «antisociales» que llevan a cabo los facultativos.
El nuevo contrato equipara, por ejemplo, los complementos salariales extra de los sábados hasta las 17.00 GMT a las tarifas de un día laborable.
A esa medida se oponen los profesionales por considerar que se «devalúa» su trabajo, frente a la postura del Gobierno, que defiende que así se facilitaría a los hospitales la contratación de más médicos los fines de semana.