La sociedad saudita, y no el gobierno, decidirá si las mujeres podrán en un futuro sentarse al volante de un automóvil, afirmó este lunes el príncipe Mohamed bin Salman, segundo en la sucesión al trono de Arabia Saudí, país en el que las mujeres gozan de muy pocos derechos.
El hijo del rey Salman hizo este anuncio ante periodistas tras haber presentado un vasto plan de transformación de la economía saudita, llamado «Visión hacia 2030», cuyo objetivo es reformar la economía de esta monarquía casi por completo dependiente del petróleo en la actualidad.
El príncipe Mohamed fue interrogado sobre la posibilidad de que un aumento de la participación de las mujeres en la fuerza laboral -uno de los objetivos de este plan- se traduzca, entre otros, en su derecho a conducir.
«Hoy, la sociedad no está convencida (…), pero insistimos en que depende de la sociedad saudí» la decisión a este respecto, señaló, sosteniendo que este cambio no puede hacerse por la fuerza.
Arabia Saudí, monarquía regida con la aplicación de una versión muy rigurosa del Islam, es el único país del mundo en el que las mujeres no pueden gozar de un permiso de conducir.
Las mujeres también deben contar con el permiso de un hombre -un tutor- para trabajar, viajar o casarse.
Las principales ciudades del reino están desarrollando sus sistemas de transportes en común, pero hasta ahora son limitados, lo que impide a las mujeres el acceso al mundo laboral.